jueves, 29 de octubre de 2009

3. MUTUALIDAD LABORAL DE LA CONSTRUCCION.

José Antonio Girón, con la retórica populista que le caracterizaba, se dirigía así a los mineros de Mieres: “Hoy ya, sobre la empresa, pesan cargas y deberes sociales, que tienden a humanizarla al obligarle a considerar al trabajador -elemento el más importante de la misma-, no como fuerza de producción, sino como ser social, hombre en fin”.

Varias prestaciones refuerzan a la familia: se premia la nupcialidad, la natalidad y, además, se beneficia a sus miembros con pensiones de viudedad y orfandad. En poco tiempo las Mutualidades Laborales se desarrollan y adquieren cierta relevancia económica, resaltada constantemente por la propaganda política como muestra y símbolo de la preocupación social del régimen. Desde el diario Afán se divulgaba la creación de los Montepíos y las Mutualidades como: “Grandes realidades del Estado de Franco que vienen a reunir, en un frente común de redención y paz a todos los empresarios, técnicos y trabajadores de España, están destinadas a llevar una alegría de bienestar y de esperanza a los hogares humildes, y a prestar calor de Patria a esas masas trabajadoras de españoles, hermanos nuestros, abandonados hasta hoy por un estado deshumanizado”.

En este grupo las Mutualidades Laborales ofrecen el Crédito Laboral únicamente con la “garantía de la honradez y la confianza, basadas en la competencia y en el trabajo”, y las Inversiones en Formación, destinadas a elevar la capacitación y selección profesional y a facilitar a los hijos de los mutualistas la entrada en Universidades o Escuelas Especiales mediante la concesión de becas, pero este fondo se utilizará, sobre todo, para beneficiar y potenciar las Universidades Laborales. Ya en el otoño de 1950 había prometido José Antonio Girón las “Universidades Laborales”, a las que calificó como “castillos de la reconquista nueva”, donde “se formen, además de obreros técnicamente mejores, hombres de arriba a abajo, capacitados para todas las contiendas de la inteligencia, entrenados para todas las batallas del espíritu, de la política, del arte, del mando y del poder”. La vinculación del Mutualismo con las Universidades Laborales es una de las realidades mejor recordadas y posiblemente más valoradas de la política social del franquismo.

Acabándose el verano, recibí la noticia más esperada y deseada por mí en aquellos días: ¡¡¡Se acabo el colegio interno!!! ¡Adiós al Auxilio Social!¡Adiós a las monjas! Se acabarían los cantos del cara al sol, los desfiles y las gimnasias. Fin a la misa y el rosario diario… Comenzaba una nueva etapa, me habían matriculado en el colegio Conde de Santa Marta de Babio. Colegio publico, de enseñanza infantil y primaria, situado al final de la calle Amposta donde iban todos los niños del barrio (frente a “los subibaja”, que así llamábamos a los bloques de pisos de esa zona por disponer del salón y la cocina en la planta baja y los dormitorios en una planta superior). Reducto de los mas pobres, ya que los que disponían de mas posibles llevaban a sus hijos a colegios particulares como “El Cid” o “Academias Teide”.

En “el Santa Marta” pase poco tiempo. Tuve la mala o la buena suerte de que al poco de comenzar el curso el maestro me saco a la pizarra y al no responder correctamente algo que me había preguntado, no se le ocurre otra cosa que tirarme de la patilla. Inicialmente consiguió que me pusiera de puntillas, subiendo al ritmo de su tirón. Cuando ya no podía subir mas y el dolor se hacia insoportable, volvió a aparecer la locura que me hacia perder la noción de todo, comenzando a gritar a la vez que se me saltaban las lagrimas:

- ¡Suéltame cabron!¡Pégale a tu puta madre!...
El hombre me soltó y con cara de sorpresa lo único que pudo decir es “¡Pero bueno…!”. No le dio tiempo a más. Baje de la tarima corriendo hacia mi pupitre para coger el cuaderno y el lápiz y me salí de la clase.

Recorrí el pasillo y cuando llegue al patio, me encontré con el conserje. El hombre que tenia casa, el y su familia, a la entrada del colegio y que se encargaba entre otras cosas de la entrada y salida de los niños.

- ¡Eh! ¿Donde vas tú?
- ¡A mi casa! – le dije con voz y cara de pocos amigos.
- ¡Traiga a Dirección a ese sinvergüenza! – gritaba el maestro, que había venido tras mis pasos.

Me cogió el conserje por un brazo y me llevo medio a rastras al despacho del Director. El maestro le conto lo sucedido y el Director no tardo ni un minuto en escribir algo en un papel, que firmo y metió en un sobre. Sobre que extendiendo el brazo me entrego.

- Tenga dele esto a su padre y me lo trae firmado, dentro de tres días. Esta expulsado durante tres dias. A ver si le enseñan modales en su casa.

Me quede por los alrededores del colegio, esperando que salieran de clase, para ir con los demás niños para casa; como si no hubiera pasado nada. Por supuesto que no entregue sobre ninguno. Lo escondí y los días siguientes cogía los cuadernos y me iba hacia el colegio como cualquier día, con la diferencia que esos días que me habían expulsado, al llegar al colegio y cuando el resto de muchachos entraban a clase, yo me iba hacia la “montaña del diablo” (un descampado donde estaba la central de transformación eléctrica y un poco mas lejos el deposito de agua del Canal de Isabel II), para hacer tiempo hasta la hora de salida de clase.

Eran muchos, como digo, los vecinos que iban a ese colegio. El más cercano, Clemente. Uno de los hijos de nuestra vecina la Sra. Gumer, la experta en geranios, la familia mas numerosa venida de Cuenca a la que llamaban “los paletos”. No se si por Clemente o por quien, al final mi hermana Elena acabo enterándose de mi irregular situación: hacia dos semanas que había dejado de ir al colegio, no sabia como salir de aquel embrollo y había optado por dejar correr el tiempo por ver si la situación se arreglaba sola.

- ¡Como se entere padre te va a dar una buena! – me decía mi hermana - ¡Ya puedes ir al colegio i decir que has estado malo, antes de que se lo digan a padre…!

Mi hermana como siempre, rompeolas de problemas, todos le llegaban a ella como si la pobre no tuviese suficientes problemas y angustias para salir ella adelante. No se si fue ella la que, preparando un posible desenlace fatal de la situación, comenzó a comentar a mi padre entre comida y cena, que ese colegio era muy malo, que había peleas entre los chicos del barrio y yo que se cuantas cosas mas. Lo cierto es que al poco tiempo mi padre hablo de un colegio que estaba cerca de la plaza de Roma, donde los niños iban por la mañana, les daban de comer en el colegio y volvían a su casa por la tarde. No conocíamos la palabra mediopensionista. Lo mejor de todo esto es que acogían a hijos de albañiles y a estos no les costaba ni un céntimo, ya que era la Mutualidad de la Construcción quien asumía todos los gastos.

Ahora, cuando me paro a pensar, me da la sensación que las primeras etapas de mi vida bien pudieran estructurarse como las etapas de la humanidad:

Prehistoria…….. Campillo – Alcorcón.
Edad antigua…. Auxilio Social.
Edad Media…… Mutualidad de la Construcción.
(Continuara...)

martes, 27 de octubre de 2009

REUNION EN FUERTEVENTURA






Hola guapos. aqui os mando algunas fotos que os hice para recordar para recordar estos dias, espero que lo hayais pasado tan bien como yo teniendoos en casa.

Espero que para la próxima los de Lanzarote se animen tambien. aunque tengo que decir que tuvimos la mejor embajadora.

Hizo un tiempo extupendo, lo que nos permitió darnos una vueltita por la playa, tomar algo en las terrazas de Corralejo y visitar tambien el mercadillo del castillo, sin dejar atrás los coloquios que se forman en cuanto esta familia se junta. Jugamos unas partiditas al EXPRESION EXPRES, y esto ya fue el remate de la fiesta, nos hechamos unas buenas risas. Besos a todos.

domingo, 25 de octubre de 2009

FALTA DE ASISTENCIA....



Anoche acordándome de vosotros por no poder asistir a Fuerteventura me dije, bueno por lo menos no tendrán que aguantarme y volví a coger mi álbum de fotos de los Paretis y cual fué mi sorpresa, una con cada uno aguantándome, si señor!!

Asi que me dije que coño!!! a aguantar joder!!! y aquí las teneis.


Bueno quiero decir que si mirais bien la cara de Martin en la primera foto ya entiendo que me quisiera tirar por la ventana, lo que no me había dicho nadie es que mi tita Bienve me intentara meter en una papelera, que fuerte joder!!!
Fotos de San blas, una del viaje a Alicante y para terminar una de casa del Je su lin en invierno y con la tita HELEN, Joder que tiempos!!!!!
BESOS A TODOS Y REIROS UN POCO DE LO GUAPISIMOS QUE ESTABAIS

jueves, 22 de octubre de 2009

2.2. Los Leones. (6ª parte)

Se acercaba el domingo, día de visita y durante la víspera alguna monjita me repetía machaconamente una misiva:

- Si te vienen a ver el domingo, tu no digas nada… no les vayas a preocupar enseñándoles la espalda.

¡Que no dijera nada!¡Que no les preocupase…! Era el colmo. Lo cierto es que jugaban con nuestras pequeñas cabezas hasta ese punto. Sobradamente sabían ellas que las penurias, hambres, sabañones y tantas barbaridades estaban bien guardadas dentro de cada uno de esos niños, que no las compartían con nadie para que nadie más sufriera innecesariamente.

El sábado y la mañana del domingo la pase pensando quien vendría a verme, si vendría mi hermana Elena o mi padre, si les enseñaría lo que tanto preocupaba a las monjitas, lo que tanta admiración despertaba en mis compañeros y lo que, esos días, no dejaba de picarme en la espalda.

Hablando conmigo mismo, en silencio, preparaba el momento de la visita. Si viene Elena no le diré nada… si viene mi padre ¿Qué hago? Igual se lo cuento y encima me pega el, como se entere de lo que llame al instructor…

Domingo por la tarde. Los niños en el patio, en grupitos, charlaban esperando oír el toque de corneta que daría inicio a la hora de la visita. Oyéndose la corneta empezaban a dejarse ver las primeras mujeres con pasos acelerados buscando desde lejos encontrar a quien darle el bocadillo que traían. Los hombres que echaban su cigarro e intercambiaban alguna que otra conversación, esperando la apertura de la puerta, subían más despacio sin tanta prisa por abrazar.

Vi llegar a mi padre. Me acerque caminando despacio hacia el. Hoy venia solo y cosa rara, venia totalmente sereno; como si entre la comida y el venir a verme le hubiera dado tiempo a dormir la siesta.

- ¿Como estas? – me dijo agachándose para darme un beso en una mejilla y un pellizco en la otra.- Toma, comete este bocadillo que me ha dado tu hermana

Cogí el bocadillo que venia envuelto en papel de periódico y sin mediar palabra me lo lleve a la boca. Estaba decidido, no contaría nada. ¿Para que?.

- Vamos para allá, a sentarnos en esos escalones – dijo mi padre señalando un hueco que todavía quedaba en los escalones que subían al león y al mástil donde ondeaba la bandera.

Al sentarnos, note como me miraba la madre y el chico que habían cogido sitio en la escalera antes que nosotros. Note en las miradas algo que, no se por que, me hacia pensar que el correazo que yo no estaba dispuesto a contar iba a ser la noticia de la semana.

- ¡Vaya pupas que tienes en las rodillas! – dijo la mujer cuando al sentarme en el escalón, quedaron a la vista las costras de las heridas de mis rodillas – tienes que decir que te las curen.
- Yo no se este muchacho…, mira que le digo que hable con las monjitas para que se las curen y siempre esta igual – respondió mi padre – Al final tendré que hablar yo con ellas.

Volvió a hacerse el silencio. Cada uno a lo suyo y yo a mi bocadillo. Al poco rato note como alguien, por detrás, frotaba su mano en mi cabeza. Me gire y vi al padre de un amigo que venia todos los domingos a verle. Un hombre que algún domingo sin visita me había regalado un plátano o dado algún caramelo. Uno de los que se saludaba y hablaba con mi padre haciendo la espera de la visita.

- ¡Vaya, vaya! ¿Qué le ha pasado a mi amigo? – me pregunto el hombre mirando a mi padre.

No sabia si la pregunta era para bien o para mal, pero que le habían contado lo de mis toreros en la espalda… era seguro. Yo sonreí y me mantuve en silencio.
- ¿No le has contado nada a tu padre…?
- ¿Contado el que? – pregunto mi padre dirigiéndose primero al hombre y luego a mi.
- ¿Cómo que que?¿Es que no te ha dicho nada? Esta semana, me dice mi chico, que al tuyo le han dado un correazo que ¡¡se han quedado todos asustados!!

En lo que el hombre ponía al corriente de lo sucedido a mi padre, yo lo miraba con ojos de cordero degollado. Pidiéndole con la mirada perdón por no haberle contado nada y que se hubiese tenido que enterar por aquel hombre.

- A ver, enséñame donde te han dado
- En la espalda – le respondí subiéndome la camisola para arriba.
- ¡Dios mío! ¿Quién coño te ha hecho esto?
- El instructor

Mi voz era firme y estaba llena de rabia, de rabia hacia el instructor y de rabia de estar interno. Había pasado de cordero degollado a verdugo, estaba cansado de tanto aguantar. Volvía a estar en el punto de locura.

Mi padre me dejo en los escalones con aquel hombre y su hijo y se fue como una flecha hacia la monja que estaba al otro lado del patio, responsable de la hora de la visita. Cruzo palabras con ella y salió a toda mecha hacia la calle, en busca del instructor. Le dijo la monja que acababa de salir y que ya no volvería hasta el lunes.

El patio al completo estaba pendiente de nosotros, sobre todo cuando minutos después volvía mi padre hacia donde me había dejado, con cara de pocos amigos y jurando en arameo.

- ¡El cabron este se va a enterar! El próximo día vamos a ver si me pega a mi ¡Si te vuelve a tocar le arranco el corazón…!¡Sinvergüenza! Como ha marcado al niño…

La revolución. Un domingo que venia sereno y lo alteran con la corrida de toros de mi espalda.

- ¡El próximo domingo voy a venir a ver que me cuenta! – la mala leche le supuraba por todos los poros -…y tu… - refiriéndose a mi y echándome una mano por el hombro – tu en cuanto acabes este año te saco de aquí.

Domingo agitado y con espectáculo incluido. Esta vez, aunque no seguro del todo de que cuando se marchase mi padre me tocase cobrar, si estaba mas tranquilo. Tranquilo porque mi padre me defendía y tranquilo porque todos habían visto la cara de mala hostia de mi padre… impresionaba, todo nervio… ¡La dureza del andamio!.

Ese domingo, después del toque de corneta que daba fin a la visita, la cosa pintaba bien. Entre al cine sin pagar la peseta, invitado, empezaba a pensar que igual había merecido la pena recibir el correazo.

Los días siguientes, note un cierto trato de “cuidado”. El instructor me miraba con rabia pero sin atreverse a tocarme ni a cruzar media palabra conmigo. Mi padre volvió el siguiente domingo con mi hermana Elena a visitarme. A visitarme mi hermana y a buscar al instructor mi padre. No lo pudo ver, estaba sobre aviso y antes de la hora de la visita desparecía para no aparecer nuevamente hasta el lunes. La semana siguiente ya solo vino a visitarme mi hermana. Aunque seguía con los toreros, las capas, los capotazos y los toros marcados en mi espalda, ya no picaba tanto y tal y como seguían las cosas después de las semanas transcurridas… estaba cada vez mas convencido de eso que se suele decir: no hay mal que por bien no venga…

De aquella primavera dos recuerdos más de cierta relevancia: la comunión de las niñas ricas del colegio “Stella Maris” y una misa en los misioneros combonianos. Ambos dos vecinos de Arturo Soria, en la acera de enfrente, a día de hoy siguen las monjitas del Stella Maris en el numero setenta y uno y los misioneros de “Mundo Negro” en el ciento uno.

Como monaguillo, que lo era en Los Leones desde casi el primer año que vine trasladado del
Hogar Azul, asistía al sacerdote en la misa diaria de las mañanas. Cuando las niñas ricas del colegio Stela Maris hacían la comunión, se organizaba una misa con un montón de monaguillos y boato en su colegio. La alegría para nosotros es que salíamos del colegio, cruzábamos la calle y durante los ensayos en el Stella Maris nos lucíamos delante de niñas y lo verdaderamente importante al terminar la celebración el día de las comuniones las monjitas de ese colegio pagaban nuestro trabajo con una bolsa gigante de chupa-chups. Bolsa de la que al llegar a nuestro colegio con la monja que nos acompañaba, nos daban cuatro o cinco a cada uno y el resto de la bolsa lo vendían los domingos durante la visita… y eso que eran nuestros que bien clarito decían las monjas del Stella Maris:” Esto para vosotros… por lo bien que habéis ayudado en la misa y lo bien que ha salido todo…”

La otra misa a destacar es la que se dieron las monjitas en nuestra capilla a los Misioneros Combonianos de Mundo Negro que tenían su central justo en frente de nuestro colegio. Misa también con mas de dos monaguillos y muchos invitados: misioneros, monjas… Llegada la hora de la eucaristía (de comulgar o repartir las Hostias consagradas para los neófitos…) ¡Oh sorpresa! No había formas en el Cáliz con las que comulgar…menudo revuelo y menudo drama… todo el mundo se miraba y cuchicheaba pero nadie sabia como salir de aquella. Fue el “jefe” de la comisión de misioneros invitados quien elevo la voz y sugirió hacer otra misa, al termino de la nuestra, en su edificio para que pudieran comulgar los que quisieran.

Os imagináis a quien se le había olvidado meter las formas en el Cáliz antes de empezar la ceremonia, para que llegado el momento el sacerdote las bendijese y la gente pudiera comulgar…
A mi, se me había olvidado a mi. Cuando termino la misa unos y otras quitaron importancia al incidente pero cuando los invitados abandonaron el colegio, la madre superiora me dio un guantazo de los que hacia tiempo no recibía.

- ¡Que vergüenza!...Que se hayan quedado sin poder comulgar por tu mala cabeza… A partir de hoy no vuelves a ayudar en misa…

¡Menudo problema! Más que un castigo era una liberación… si acaso algo de duda y pena por si el próximo año seguía en el colegio que me quedaría sin ver a las niñas del Stella Maris y sin la miseria de chupa-chups que me darían las hijas de… la caridad.

Llego el verano y con el las vacaciones en San Blas con alguna que otra escapada, muy de tarde en tarde, a bañarse al rio Jarama. Domingo por la mañana temprano cargados hasta los topes para pasar el día en el rio. En el autobús hasta la Cruz de los Caídos, para transbordar a otro que desde allí nos llevaría hasta las proximidades del Jarama. En las bolsas las toallas, mudas, pimientos fritos, tortilla española y ensalada de tomate. Serafín, Elena, Bienve, el Martinillo y el Chuchi…¿Dónde estaba José Mari?.

El resto de días, en la calle con los chicos, desde primera hora de la mañana a última de la tarde. Nos tenían que llamar para subir a casa a comer y a cenar. Eran días sin televisor, no teníamos en casa, jugando al rescate, al churro, media manga o manga entera, a las chapas, al gua o a la taba y en ocasiones una “drea” (tirarse piedras unos a otros… a dar… a hacer sangre), en la montaña del diablo, entre los montículos de tierra y la caseta de la luz.

¡Que recuerdos…! ¡La taba…! Pasábamos horas y horas jugando un montón de muchachos, ¡solo con un hueso!. Un hueso del pie de algún animal como el cerdo o la vaca, una correa y…ganas de hacer daño o de salvarse de recibir los correazos en la mano o la “corbata” en el cuello. Las reglas eran sencillas: Se juega entre muchachos y en él las posiciones de la taba por orden de dificultad creciente se denominan: inocente, culpable, verdugo y rey. Se lanza la taba a modo de dado por turnos, sin que pase nada hasta que alguien consiga los cargos de rey y verdugo. A partir
de entonces a todo el que le aparezca la posición culpable se le castigará con una serie de golpes de cinturón, siendo el rey quien decidirá su número, lugar del cuerpo, intensidad y forma de golpeo; siendo ejecutados por el verdugo. Si al jugador le sale inocente pasa el turno al siguiente jugador y si toca la posición rey o verdugo adquiere dicho cargo. El rey y el verdugo dejan de lanzar la taba hasta que alguno de los demás les quite el puesto volviendo entonces al corro de jugadores.

Días de verano saltando la tapia o metiéndonos entre los barrotes de la puerta que daba al patio con arboles de detrás de la iglesia. Mañanas enteras dedicadas a trazar y hacer con las manos las sinuosas carreteras de arena que recorreríamos con las chapas hasta llegar a la meta.

Algunas tardes, al caer el sol, nos mezclábamos con las niñas de la calle y todos juntos jugábamos al pañuelo o al escondite. Las niñas eran más de jugar al pañuelo formando equipos de chicos y chicas mezclados y nosotros éramos más de jugar al escondite, para escondernos con la o las niñas que mas nos gustaban y tontear a escondidas. A las mas guapas no íbamos a buscarlas y si las veíamos no las nombrábamos para que no la “ligasen” y poder escondernos con ellas la siguiente vez. Pepi, su hermana Araceli y Tere por mi parte, no tuvieron que contar nunca y yo siempre buscaba algún argumento para poder esconderme con ellas…

Los mayores del barrio, el domingo por la mañana, se jugaban el dinero al tacón ante la expectante mirada de todos nosotros que en la medida que no sacaban las monedas del redondel con el tacón de goma o la piedra previamente redondeada, nos quedábamos con la boca abierta de ver tantas monedas en la arena. Ellos ya trabajaban y disponían de dinero, al menos los fines de semana. Dinero para arriesgar jugándoselo al redondel por las mañanas o para ir el cine por la tarde. Cine Simancas o cine San Blas. Sesión continúa. Dos películas, acomodador y olor a zolopino hasta decir basta. Única forma, esta del garrafón de espray, que tenían para conseguir que tanta “humanidad” junta oliese a otra cosa que no fuese a sudor. A tener en cuenta que los más aseados por entonces acostumbraban a ducharse una vez a la semana… y los menos se dejaban notar cuando pasaban a tu lado. Lo de la colonia era algo desconocido en general y un artículo de lujo en particular, para aquellos que la tenían.

En mi caso y en el de muchos más, solo íbamos al cine si la “bodeguilla” nos regalaba entradas cuando comprabas la conga, la gaseosa o el vino. La bodega era un local que estaba justo al bajar las escaleras, frente a mi portal, que unían mi calle con la calle “Sillería”. Yo visitaba la bodega día si y día también para comprar el vino para mi padre y en alguna ocasión, pocas, para también comprar la gaseosa (La Pitusa o la Revoltosa. La Casera llego después…). ¡Ah! Se me olvidaba que también los sábados y domingos al medio día, la bodega era el punto de inicio para realizar la búsqueda de mi padre y avisarle de que le estábamos esperando para comer o ya anocheciendo para llamarle a la cena. En mi casa, era una ley no escrita, no se empezaba a comer sin mi padre sentado a la mesa… por mucha hambre que tuvieras.
Alguien podría pensar que mi padre no tenía reloj y se equivocaría. Tenía reloj, el problema es que chateando con sus amigotes perdía la noción del tiempo y se olvidaba del reloj, de la comida y de sus hijos… Aclarar que el vocablo chatear en estas circunstancias, nada tenia que ver con la tecnología y todo con el echo de tomar “chatos” de vino. El chato de vino equivalía a un “culin” de vino en un baso estrecho de cristal, aunque en mi barrio lo del “culin” era mas que un “culin” . Así terminaban los parroquianos que, como mi padre, iban de bar en bar tomando los chatos y pagando en cada bar una ronda cada uno…

martes, 20 de octubre de 2009

El DI Segovia 2016 logra su primer triunfo en la categoría al vencer fuera al Villaseco


19.10.09 - EL NORTE SEGOVIA
El Deportivo Independiente Segovia 2016 logró su primera victoria de la temporada al derrotar al Villaseco. Los segovianos comenzaron el encuentro presionando arriba para intentar marcar pronto, pero tampoco iba a ser el día en que iban a lograr adelantarse primero. Los zamoranos hicieron el 1-0, pero fue un espejismo, ya que los de Carlos Puente sólo tardaron seis minutos en remontar y ponerse por delante. El DI Segovia 2016 se marchó al descanso con una ventaja de 1-4.
En la segunda parte, el equipo segoviano volvió a estar muy acertado y logró ponerse con un 1-6, dejando sentenciado el encuentro. A falta de ocho minutos para el final del encuentro, debutó el portero del equipo juvenil, Martín, que sustituyó a un Javi que estuvo muy inspirado todo el encuentro.
Destacó la actuación de César, que marcó tres goles. El resto de tantos del DI Segovia 2016 los hicieron Viru (2), Raúl y David. De esta forma, el equipo segoviano consiguió su primera victoria en su temporada de debut en la Nacional B.
algo es algo,el martinin debuta en nacional b!!!

domingo, 18 de octubre de 2009

ME ENCANTA VER FOTOS Y ....RECORDAR


Hacer vosotros los comentarios....


Viaje a Marruecos...


Reunion Lanzarote...



Reunion Santa Brigida...





sábado, 17 de octubre de 2009

ELENA, VA POR TI


Querida familia:
En este año, que ya va quedando poquito para que termine, nos han pasado muchas cosas, una, la peor que nos podía pasar, hemos perdido a nuestra querida Elena, a la que tanto seguimos echando de menos.
El otro día pasé por un kiosko de la once, y recordé que siempre que había un especial, nos comprabamos un cupón a medias y luego disfrutábamos repartiendo el dinero del premio entre todos y nos preguntabámos como lo ibamos a hacer, se lo decimos por teléfono o mejor les compramos un billete de avión y cuando ya estén aquí les contamos que les ha tocado tanto, lo que fuera.
Tengo que reconocer que con estas prácticas, disfrutábamos muchisimo, pero nunca se hizo realidad, asique he comprado éste, y va por tí Elena, quizá nos toqué también algo bueno, si fuera así, como el premio son 15 millones de euros, creo que tenemos bastante para repartir entre todos, desde Yese hasta... hasta el abu Paredes.
DE ILUSION TAMBIEN SE VIVE. 15 millones de besos.

viernes, 16 de octubre de 2009

LOS SEGOVIANOS LLEGAN A FUERTEVENTURA EL JUEVES - 22


HOLA A TODOS, es un aviso para navengantes, los chicos de Segovia, vienen el jueves, los canariones ya tienen su billete, creo que para el martes, no estoy muy segura, pero que vienen tambien. ¿Y los de Lanzarote?, yo no quiero forzar a nadie, primero, porque sé de las muchas ocupaciones del director general y luego porque él en persona me ha dicho que como minimo una comidita haremos juntos.
Hablando de comidita, como veis en la foto, creo que tomates para la ensalada, ya los tenemos asegurados.
Bueno queridos, que yo no tengo una casa tan grande como las de anteriores reuniones, pero que sepais que nos podemos apañar muy bien y que me encantaría que vinieseis todos los que podais, tambien mis sobrinos, los que puedan, Rodri, tu cumple, lo podemos celebrar juntos....
Un besazo muy muy grande para todos.
P/D Jose y Ana tambien vienen el viernes por la tarde.