A TODO GAS.

Ante todo me arrepiento, me arrepiento muchísimo, pero fue una situación que no supe controlar y ya está. Exactamente, la noche del sábado pasado tuve una experiencia que no creo que olvide nunca ya que fui el protagonista de una persecución policial.

La situación fue la siguiente. Me bajé el coche a Segovia de fiesta y después del botellón correspondiente, donde bebí las copas necesarias para pasar de 0,6, cogí el coche para ir a una discoteca, cuando resulta que notamos (íbamos 5) un golpe por detrás, y es que un gilipollas me había dado un golpe justo enfrente de los nacionales, que enseguida dieron las largas y las sirenas, yo me puse muy nervioso por si me hacían soplar, porque con la ley nueva, las consecuencias podrían ser desastrosas (hasta cárcel), con lo que acelere y me di a la fuga. Ellos, evidentemente vinieron detrás de mi dándome las largas y con la sirena, pero yo ya no podía parar, con lo que me metí por unas callejuelas muy estrechas para poder deshacerme de ellos, pero parecía casi imposible, sin embargo, gracias a mi destreza al volante y después de 10 minutos de persecución por parte del casco antiguo de Segovia logre aparcar y salir corriendo.

La situación no acaba aquí, ya que volví con un amigo a ver como estaba el coche unos 15 minutos después, y resulta que allí estaban, alrededor de 6 nacionales y un par de secretas. Pasamos haciéndonos los tontos, pero el policía nos debió ver cara de sospechosos y nos pregunto que si conocíamos al dueño del coche, por supuesto, dijimos que no, pero no contento con la respuesta, no registró, sin darse cuenta que llevaba la llave del coche en los bolsillos, así que nos dejo seguir.

Una hora mas tarde, bajé con mi padre a por el coche, y solo había una multa por mal aparcado, ya que con las prisas, lo dejé medio atravesado.


En fin, esta es mi aventura, ya sé que lo hice mal, pero casi nunca cojo el coche para salir, fue mala suerte, la situación se me fue de las manos, no soy ningún delincuente. Menos mal que, una vez iniciada la persecución, conduje a un nivel muy alto, al que no creo que ningún nacional llegue nunca.
Manuel Martin Salazar