...casi dos años después

Hace mucho que no escribo. Entrar sigo entrando todos los días y veo con cierta tristeza que hemos espaciado demasiado nuestros contactos en el blog. Bien es verdad que el facebook tiene mas movimiento y esta bien que así sea, pero he de confesar que a mi me gusta mas que la gente se explaye... que haya mas escritura que el “corto y pego” o copio la URL de un video o articulo de un tercero... Esto ultimo me parece mas frío, menos personal. Participativo si, tal vez mas participativo, pero mas frío...

Lo verdad es que en el tener muy presente a mi “Gertudris” y su sonrisa, estos días en los que se acerca la copa del Rey de baloncesto me viene una y otra vez a la cabeza aquella mañana de domingo, ¿era domingo?, en la que sentados en aquella terraza del bar de Pozuelo, al sol del invierno madrileño del 2009, pasamos un rato tan agradable entre tapas, cervezas y risas. No creo que fuese domingo, pero a mi me pareció que era fiesta. Yo había ido invitado a ver la copa, tu habías ido a ver a tu Helena, el Jesús a vernos a nosotros y los tres a estar un ratito juntos.

Este año, dos años después, se vuelve a celebrar la copa del Rey en Madrid, pero esta vez ya no estaríamos los tres juntos y tampoco estaríamos los tres juntos, esta vez Bienve tu y yo, si como también hice aquel año después de lo de Madrid me diese un salto a la Maxorata. ¡Ya nada es igual! Y que sepas, que lo sabes, que se te echa mucho de menos...¡muchísimo!.

Por cierto, ¿os acordáis de la Yuly?, la perrita que tenia el Jesús y ¿...del día que se trago el mango del paraguas que dejaste en la bañera y que ninguno os atrevíais a sacárselo al animal?. Yo me acuerdo de cómo se lo saque, sin merito alguno, porque yo no sentía nada por el animal y al verme ahora con el Chirri me doy cuenta lo lejos que están ya aquellos tiempos de San Blas. Tiempos duros, de tomar casera de cuando en cuando...muy de cuando en cuando y de ducha de semana en semana como pronto... ¡Ya ves tu! Y ahora que no me revuelco ni hago “dreas” o corro y sudo con los colegas por las calles jugando y saltando tapias, me ducho todos los días como si quisiera recuperar el tiempo perdido. ¡Me amaricono a pasos agigantados! Ya casi no digo palabrotas, con lo que fui yo ¿te acuerdas? y ahora hasta soy capaz de echarme la siesta con el perro acurrucado en mi brazo y la gata a los pies... Como decías tu: “...A la vejez viruela...”

Aunque cada vez la cosa esta mas jodia y sigue sin tocarme la bonoloto ni los ciegos... no creas que descarto del todo hacer este año el mismo periplo, por las mismas fechas...como si nada hubiese cambiado... igual que hace dos años, ...casi dos años después.