jueves, 1 de octubre de 2009

2.2. Los Leones. (3ª parte)

De vuelta a los desfiles, el cara al sol, las misas y los rosarios; no tardábamos mas de lo necesario en saludar a todos y especialmente a los de nuestro circulo. Compartías con ellos los días de vacaciones y en mi caso el secreto del Sr. Julio.

Pensé que no era traicionarle. Seguro que al Sr. Julio le hubiera gustado conocer a Luis Mariano y a alguno mas de los que no tenían donde irse unos días de vacaciones. Estaba seguro de que el viejo daría su visto bueno a estos compañeros de viaje.

Les hable de los ríos de Fanta (de naranja y de limón…), de cola, de los arboles de chocolate… de todo y mas. Más que ponía de mi cosecha para hacer si cabe aun más atractiva e interesante la aventura.

Al principio admiración y preguntas, para poco después pasar a la incredulidad. Demasiado bonito para ser verdad. Con el paso de los primeros días fue perdiendo fuerza el tema y poco a poco volvió a ser el secreto del Sr. Julio y mío.

Las semanas transcurrían una tras otras. Venían las visitas y se iban a toque de corneta. Cuando el domingo salía la visita, nos hacían pagar una peseta para ver el cine. Cine que consistía en una sabana blanca extendida, una vieja cámara de proyección con sus enormes carretes metálicos encaramada en una peana alta de madera y entre la sabana y la maquina… toda la chiquillería sentada en el suelo. En el suelo del enorme salón donde confluían las principales estancias de la planta baja del edificio principal: el comedor, el despacho de la madre superiora y la iglesia donde oíamos misa todas las mañanas.

¿Cuántas películas vimos del gordo y el flaco?¿Y de Santa Gema…?

De todo se cansa uno y mas que seguir dedicándose a pensar o a hablar con los colegas de lo inalcanzable como Jauja, uno termina finalmente pensando y hablando de lo también deseado pero mas cercano: la libertad y se acaba planeando la fuga del interno.

Ver cine los domingos o Jauja no dejaba de ser fugaces escapadas de nuestra triste y dura realidad de hambre y sabañones, de religión y falange, de golpes y vejaciones. Había que dar un paso más y con nuestros ocho o nueve años, cada uno a su manera, lo dábamos. Entre el pequeño grupo que preparaba teníamos un líder que además ya tenia experiencia en el tema. Se había escapado dos o tres veces y en todas las ocasiones le habían pillado y devuelto a… los Leones.

Vidal, que así se llama nuestro guía en el arte de la fuga, nos había contado minuto a minuto sus fugas anteriores y todos escuchábamos con la boca abierta y los ojos como platos.

- Saltar la valla y llegar a la calle por la noche, cuando las sores y el vigilante que vive en la casa de la entrada duerman, es fácil.
- ¡Y si no tengo fuerzas para auparme y saltar la valla…? – preguntaba alguno, queriendo comprobar si en caso de dificultad el amigo Vidal podría dar solución
- Si alguno no puede, le ayudaremos desde abajo. Yo seré el ultimo en saltar…

Vidal seguía detallando el paso a paso de la escapada. Como había que quedarse sin dormir la noche programada para la huida, para con las primeras luces del día tras haber saltado la valla y haberse quedado agazapados alrededor del kiosco que había poco mas allá de la entrada principal del hogar, justo en medio de la anchísima calle Arturo Soria y pegadito a la parada de tranvías y trolebuses que pasaban por allí, colarnos en alguno de ellos. Nos aseguraba que no nos pillarían, que a primera hora iban llenísimos de gente que iba a trabajar.

- ¿Y si alguien nos pregunta…?
- ¿Quién nos va a preguntar? – atajó Vidal- Yo las dos ultimas veces, cuando me cole ni me vieron de la gente que iba. Iba llenísimo y toda la gente callada. Además, como somos pequeños siempre hay alguien que al verte te hace hueco y a partir de ahí, los demás creen que vas con el…

¡Cuánto sabia Vidal! Tenia respuesta para todo y lo contaba con tanta sencillez, sin darle la menor importancia, consiguiendo que los demás, los que nunca nos habíamos arriesgado, viésemos la posibilidad de la fuga como algo verdaderamente sencillo.

Nos relataba como la primera vez lo pillaron al ir al saltar la valla por no esperar lo suficiente como para que el guarda-vigilante que tenia su casa en el frontis de la finca se hubiera ido a dormir. La segunda vez al bajar del tranvía fue visto por dos policías nacionales que no tardaron en seguirle cuando le vieron salir pitando y en pijama…Vidal achacaba el fracaso de la segunda huida a el haber salido en pijama, siempre nos repetía que si hubiese salido vestido habría llegado a su casa. La tercera y ultima vez, si consiguió llegar a su casa. Lo que no pensó nunca, es que su madre lo devolviese nuevamente al colegio al día siguiente.

- Y cuando te cogió la policía, ¿te pegaron?
- ¡Que va! Me llevaron a un sitio que había muchos policías y los dos que me cogieron les contaban a los otros la carrera que les había hecho dar hasta que me alcanzaron. Me sentaron en un banco que había en un pasillo y al rato de haberle dicho como me llamo y que me había escapado, me dieron un bocadillo de chorizo con un refresco y me trajeron en coche al colegio.
- ¿Y de verdad que no te pegaron?
- ¡Que no! – respondió esta vez con cierto enfado – La policía no me pego, me pegaron las monjas cuando se fueron los que me habían traído. ¿No os acordáis? Me pegaron delante de todos y estuve varios domingos castigado sin cine.

Mientras asentíamos con la cabeza a la pregunta que nos acababa de hacer Vidal, estábamos procesando la información, sopesando el posible castigo a recibir y la conclusión era evidente: entre un buen bocadillo de chorizo con un refresco, además de poder contar la aventura con el plus de prestigio que esta aportaría y una tromba de tortas y azotes con varios domingos sin ver a Santa Gema en la gran sabana… todos nos quedábamos con el bocata y poder aparecer por el patio del colegio escoltado por dos policías, que Vidal no nos lo dijo pero nosotros también vimos cuando lo traían como venían los policías sonriendo, como si fuesen mas amigos de Vidal que de las monjas…

De la última escapada, la que culmino con éxito llegando hasta su casa, hablaba poco y rápido de ella. El que su propia madre le hubiera entregado de nuevo a las monjas, no era para Vidal ni un final previsto, ni un final feliz.
Llego la noche prevista para la fuga y en el silencio y la oscuridad de la habitación, pasaba despacio el tiempo para los que con gran esfuerzo manteníamos los ojos abiertos. Creo recordar que éramos un grupo de cuatro o cinco, los que agitados por los nervios al peligro y a lo desconocido, tratábamos de vencer al sueño. De tarde en tarde, de entre la oscuridad oías un murmullo de alguien que dormido se quejaba o toses acompañadas de vueltas en la cama. Tiempo de espera.



¿Finalmente se escaparan esta noche…?¿Habrá deserciones…?¿…y si se escapasen llegarían a sus casas?¿…Si logran coger el tranvía volverán escoltados por la policía comiéndose un bocata de chorizo o no serán pillados? Todo esto y mas en el próximo capitulo de “RECUERDOS DEL FURURO PASADO”


(Continuara…)



Este capitulo esta patrocinado por Cacao Toddy


(si es violencia...hasta en los anuncios...)

5 comentarios:

  1. Más intriga todavia, yo creo que hubo deserciones, no creo que tú te escaparas nunca, además de las monjas, la policia, a tí te pasaba un poco lo que a Vidal, estaba tambien el Sera.. Yo nunca me atreví, en el mio habia escapadas casi todas las noches, eso sí eran más sofisticadas, se fugaban en combinación, pero daba igual, todas volvian fracasadas. Un besito

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  2. Yo como se el final no voy a opinar, no quiero ser revienta finales como ese que decía ""el asesino es el mayordomo"", cada cual que opine hasta el jueves aunque se va a hacer muy largo, te entiendo Bienve aunque creo que tanto tu como yo sabes el final.
    ¡¡¡¡¡VIVA JESUS VIVA MARIA!!!!!! Que buenas las hermanitas.... besos

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  3. Esto ya es la hostia!!!
    Que no hace falta que nos dejes con la intriga, que si hay que comprar el libro pues se compra
    hacmos una porra? yo creo que el primero que se raja es el Vidal
    je su lin

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  4. donde dicen que se puede comprar el libro??????
    Yo quiero saber MAS Y MAS, que pasa joder,voy a tener que esperar hasta el jueves, creo que no es justo,quiero saber si les pillan o no ó si como dice jesus se raja Vidal.
    Quiero decir que estuve tres dias sin adsl y tenía depresión de no poder ver el recreo y me he dado cuenta que hay muchas novedades y cambios,eso del visitor no veas, es real que se visite tantas veces,a Bienve que no se preocupe que interesar interesa pero los jovenes ya se sabe...no tienen mucho tiempo....
    BESOS A TODOS Y MARTIN CUENTA OTRO POQUITO NO NOS HAGAS ESPERAR AL JUEVES SALUDOS

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  5. Ester, sabes que aunque estuve en un "tris" de tirarte por la terraza de San Blas tus deseos son ordenes y prometo ponerme este fin de semana a escribir para poner mas...

    Por cierto que, no se si te ha dicho Conchi, que ya tenemos las sillas. Hoy he hablado con mi colega para enviartelas y no tenia hueco en el camion. Espero que el lunes como tarde te las pueda enviar para alla.
    Besos y espero que mañana podamos leer otro capitulo del Dire. Besos

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